Cuando hace un año Cristiano Ronaldo recogía su tercer Balón de Oro y proclamaba a los cuatro vientos que quería igualar los cuatro de Leo Messi, el argentino miró y calló. Hablaría en el campo durante todo el2015. Pura magia, goles por doquier y cinco títulos suponen una afirmación mucho más contundente que cualquier palabra, que cualquier grito. Un año, el pasado, que corona a Messi de nuevo como el mejor jugador del planeta Tierra, de la galaxia fútbol. Leo ha recogido en Zúrich su quinto Balón de Oro y ni el más acérrimo de sus detractores, que los hay, lo ha podido discutir. Es el mejor.
Thiago, su hijo, asistió a la coronación de su padre entusiasmado, estirando la mano hacia su padre, abriendo la palma, como señalando los cinco balones dorados que puede ver en su casa cada día. “Esto es mucho más de lo que imaginaba cuando era pequeño”, decía mientras tanto Leo en el estrado, emocionado. Estaba haciendo historia. “Quiero agradecer al fútbol por lo que me ha dado, me ha hecho crecer”, destacaba. Y el fútbol ha crecido con él.
En el piso superior de su casa de Gavà, Messi ya tiene preparado un hueco para colocar el trofeo. Un pequeño gran museo al que ahora se une un nuevo Balón de Oro, recogido ante la nobleza del fútbol en un Kongresshaus de Zúrich rendido al crack argentino. Modesto, como siempre, y con esa tímida sonrisa que le convierten en un ejemplo para los más jóvenes, Leo se ha vuelto a coronar con la misma naturalidad con la que un escritor escribe una letra. Es el mejor futbolista de la historia, títulos honoríficos que a él no le preocupan. Sólo piensa en el gol, en el equipo y en seguir ganando títulos. Por eso sigue siendo el mejor siete años después de su primer cetro.
Leyendas como Johan Cruyff, Marco van Basten o Michel Platini ya quedan muy atrás ante los hitos de Leo. Con cinco cetros, ya aventaja en dos a todos ellos, incluido Cristiano Ronaldo, mudo este año. Toda una concesión para los tímpanos. Messi obtuvo el 41,33% de los votos, por el 27,76% de Cristiano y el 7,86% que se llevó Neymar.
